miércoles, 9 de diciembre de 2009

Jesús: ¿Un líder revolucionario?

Contexto socio-político

Habían sido desterrados y llevados a esclavitud en reiteradas ocasiones, primero por los asirios, luego por los babilonios, los persas, sirios y romanos. Me refiero al pueblo judío desde el año 722 A.C. hasta la época de Jesús. Durante más de siete siglos los hebreos fueron duramente oprimidos por tiranos que saquearon sus ciudades, sus lugares sagrados, esclavizando a su gente y obligándolos a desechar su Dios para adorar a los propios de esas naciones. Para el imperio romano, lo importante era obtener los impuestos de los pueblos bajo su dominio, eran en cierta manera permisivos y los dejaban mantener su religión y costumbres culturales. Exigían el pago del tributo sin ninguna contemplación, a menudo los recaudadores de impuestos, que por cierto eran judíos que trabajaban para roma, eran acompañados de soldados para realizar el cobro los cuales oprimían y presionaban mediante la fuerza para lograr su objetivo. Ellos eran muy odiados por todo el pueblo y eran considerados como traidores y publicanos.

      Por otro lado las diferencias de las clases sociales eran muy marcadas en el tiempo de Jesús; ricos y pobres, por un lado estaban los saduceos que representaban la aristocracia junto con los demás herodianos que apoyaban a los romanos, por otro lado se encontraban los ‘am haaretz’ (gente de la tierra) quienes eran los judíos pobres, ellos no podían cumplir la ley porque no tenían como hacerlo y por este motivo eran severamente desechados por la sociedad. Las mujeres y los niños pasaban a un segundo plano, para el judío sólo el hombre era considerado como un sujeto válido dentro de la sociedad, las mujeres eran confinadas a los quehaceres domésticos y a criar a los niños. Los pecadores, prostitutas y publicanos eran odiados y rechazados por todos. La diferencia social como se puede observar llegó a límites difíciles de concebir. 
     Jesús aparece en la escena como el hijo de un albañil y obrero, que vivió en carne propia, muchas veces, las injusticias de clases de su tiempo. Creció experimentando los abusos y excesos de los romanos y se preparó hasta los 30 años para ejecutar estratégicamente una revolución.  

La expectación judía

      Debido a esta situación caótica, más que nunca el pueblo judío anhelaba de una vez por todas la aparición del “mesías” prometido. Este rey según la profecía iba a librar a su pueblo con mano fuerte, vendría a pregonar libertad a los cautivos, a poner en libertad a los oprimidos, a los presos apertura de cárcel. Sin embargo, Jesús no utilizó la fuerza como herramienta para conseguir la recuperación de la libertad de su pueblo, sino que su “filosofía” era la de conseguir la supremacía ideológica, primeramente en cuanto a la “ley judía”, librando a su pueblo de seguir bajo su yugo; segundo: abrió la posibilidad para los gentiles (no judíos) de poder participar de su libertad y tercero: su ejemplo siempre fue revolucionario, comió junto con publicanos, conversaba con mujeres y prostitutas, defendía a los pobres, se identificaba con la clase social baja. Declaraciones como: “vende todo lo que tienes y dalo a los pobres” o “es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos”, nos muestra la postura negativa de Jesús en cuanto a la visión del rico en la sociedad. Sociedad en que “todo” era mercancía, o sea, con dinero se podía comprar cualquier cosa, como: animales, esclavos, niños, mujeres, propiedades, un estatus, etc. ¡La burguesía de la época no tendría posibilidad de salvarse! La pregunta es: ¿La tendrá “hoy”?

1 comentario:

  1. Solo con revolucion se combate la opresion ........... creo en la revolución como una rápida evolución, cristo nos muestra claramente q los ideales se comabaten con ideales.........lo sabran ellos????

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